21/3/17

Mi proceso de trabajo (I)


Me parecía conveniente hacer uno o varios post sobre mi proceso de trabajo, ya sea en proyectos personales como en proyectos para clientes.

No es que vaya a descubrir a nadie nada nuevo, ya que lo que voy a comentar es lo que me enseñaron en la escuela cuando estudiaba, aunque es cierto que luego cada uno debe adaptarlo para sacarle el mejor partido, y ese será mi aporte para este post.

El proceso lo dividiré en varias partes, e iré explicando, que es lo que hago en cada una de ellas, y aunque los procesos creativos son similares en cuanto a su estructura, dentro de esta, cada uno elige sus herramientas y técnicas, por lo que si te interesa saber cuales son las mías, sigue leyendo.

Empezaré por el briefing.

Entiendo que si estás aquí, conoces lo que es un briefing, así que no me voy a detener a explicarlo, y pasaré a hablar sobre como me enfrento yo a uno.

Es difícil trabajar sin un briefing, ya sea propio o dado por un cliente.

En contra de lo que mucha gente cree, tener libertad creativa no es tan bueno como creemos, aunque nos enfrentemos a un proyecto personal, siempre es bueno tener un objetivo, crear por crear no sirve de nada, al margen de que no se podría considerar creatividad.

Si no tenemos un cliente que nos de un briefing, convendría marcarnos nosotros mismos uno propio.

Si hacemos un trabajo que irá en nuestro portfolio, no estaría mal pensar donde queremos trabajar, a quien queremos dirigirnos y como, conocer un poco sobre el cliente, y en función a todo esto, preparar nuestro propio briefing. Por ejemplo, si queremos trabajar para editorial, lo mejor es coger varias noticias e intentar ilustrarlas. Da igual que no nos hayan contratado para ello. Si un director de arte nos va a contratar, le gustará ver como nos desenvolvemos en el medio, por supuesto, si tenemos encargos, mucho mejor.

Si un cliente nos da un briefing, pasaremos primero a leerlo detenidamente, haciendo las anotaciones pertinentes, y si tenemos dudas, conviene apuntarlas, para hacérselas llegar al cliente. Esto que parece obvio, es la base para empezar un buen trabajo. Recordad que ante todo somos comunicadores. Si no entendemos lo que nos están pidiendo, da igual lo buenos que seamos técnicamente o lo bonito que lo hagamos, ¡NO SIRVE!

Una vez lo hayamos leído, si no hemos entendido algo, es mejor preguntar al cliente. Siempre que se pueda, es recomendable hablar ese briefing, cara a cara, por videoconferencia, o por teléfono. Siempre queda más claro si además de leer al cliente, le puedes ver, escuchar y preguntar alguna duda en tiempo real. A medida que se vaya trabajando más a menudo con un mismo cliente, esta comunicación suele ser más fluida, pues ya nos entendemos mejor. Obvio, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario