11/3/17

Aprendizaje creativo


Desde que empecé a estudiar, me di cuenta de que si no me llamaba mucho la atención, era incapaz de memorizar algunos conceptos, y ni siquiera me planteaba ponerme a estudiar alguna materia que no me atrajese.

En un momento de mi vida, tuve claro a lo que me quería dedicar en la vida, y me di cuenta que había algunas cosas que me gustaba estudiar, y otras no, por lo que supe, que a menos que encontrara algún método para aprender sin esforzarme demasiado, jamás aprobaría estas asignaturas.
Por ello empecé a analizarme como estudiante, ya sabía que no me motivaba mucho estudiar algunas asignaturas, pero necesitaba aprenderlas porque me resultaban de utilidad. A raíz de todo esto, me di cuenta de que para aprenderlas sin mucho esfuerzo, debía resumir todo bastante algunas veces en una o dos palabras, y a raíz de eso poder desarrollar. De este modo, era más sencillo memorizar unas cuantas palabras, que me servían como esqueleto de lo que en el examen desarrollaría. La verdad es que siempre fui muy fan del menos es más, pero en ese momento, mucho mas (o mucho menos, si menos es más)
Quizá se entiende mejor con un ejemplo. Te piden que resumas lo que has leído hoy en el periódico. Vagamente recuerdas algo. Ahora te citan los titulares, y empiezas a recordar todo mucho mejor, y a medida que recuerdas, vas cogiendo más confianza, y recuerdas más cosas.

Es una técnica que se lleva utilizando durante mucho tiempo, y que utilicé en mi favor, teniendo en cuenta en lo que me ayudaba o no.

Posteriormente, en alguna ocasión he tenido que dar alguna charla, y lo peor que puede pasarte cuando hablas en público es quedarte en blanco y no decir nada, sobre todo porque el público está esperando que digas bastante. Mi primera charla fue desastrosa, y en ese momento me pareció una tragedia, pero decidí que ya no podía volver atrás, y que lo único que podía hacer es organizarme mejor si hubiera una próxima vez, y la hubo.

Esta vez organicé todo lo que quería decir y lo resumí en conceptos. Todos estos conceptos, los representé con una imagen que pudiera entender, y al mismo tiempo el público también. Con la excusa de tener esas imágenes para que los asistentes pudieran seguir la charla, utilicé estos mismos conceptos como una especie de guión. La verdad es que de cara al público me parece mejor este recurso, que el hecho de tener un guión que estás mirando cada cierto tiempo, creo que distrae menos y causas mejor impresión.

Pero no sólo he utilizado este recurso para esta situación, en este momento, lo estoy aplicando a la enseñanza, desarrollando cursos que se basan en este método de aprendizaje. Por lo general creo que hay gente que tiene poco tiempo para aprender, y dar vueltas a los conceptos no ayuda, es un error común que observo en video-tutoriales, creo que muchas veces porque no están bien planificados, ni simplificados. Por eso, mis cursos los baso en conceptos que yo mismo simplifico para que de un vistazo se pueda entender todo un concepto que en muchos casos he visto explicar en 10 minutos o más.

Como dicen, una imagen vale más que mil palabras, y si es un gráfico, a veces más que diezmil

No hay comentarios:

Publicar un comentario